En una entrada anterior ya comenté cual fue el primer imperio conocido de la Humanidad. Sargón I de Akkad (h. 2350-2295) fue el primer emperador del llamado imperio acadio. De ascendencia humilde, hay una leyenda que afirma que fue abandonado cuando era bebé en un canasto de mimbre para que se lo llevara el río, como el Moisés de la biblia, donde fue recogido, criado y puesto al servicio del rey de Kish, Ur-Zababa, como copero real, Sargón llegaría a tomar el poder de dicha ciudad-estado tras derrocar a su legítimo monarca.
Puede que esta sea la única imagen de Sargón el Grande.
Mesopotamia no era en esa época un estado unificado, sino un conjunto de ciudades independientes que comerciaban, tenían relación y guerreaban entre sí, de vez en cuando. Cada cierto tiempo, había alguna que se sentía más poderosa y conseguía la hegemonía sobre las demás, hasta que le era arrebatada por otra. Y así fue durante cientos de años; puede recordar, en cierto modo, la historia clásica griega, con atenienses, espartanos o tebanos como protagonistas de la misma.
Lo que diferencia a Sargón de los anteriores reyes sumerios, en este punto hay que decir que el no lo era sino que era semita (pueblo de distinta etnia que estaba al norte de Mesopotamia, mientras que los sumerios estaban al sur de la misma), es que no se conformó con el dominio de la región, sino que continuó la expansión hasta alcanzar las actuales Siria, sur de Turquía, Irán..., tomando ciudades milenarias como Ebla, Mari... De este modo, consiguió el poder sobre unas gentes con otras nacionalidades, religiones e idiomas, unificando políticamente el conglomerado, estableciendo un mismo sistema de pesos y medidas, y estimulando el comercio entre todos los países bajo su dominio. En definitiva, fue un verdadero emperador.
¿Y cuál fue la clave de su éxito? Pues fue posiblemente el contar con un ejército permanente. Hay inscripciones en tablillas que hablan de que Sargón sentaba a su mesa a 5.400 hombres, lo que es interpretado que eran los soldados de los que disponía siempre para afrontar sus empresas militares. Aunque nos pueda parecer que era una cantidad pequeña para establecer un dominio sobre extensiones tan grandes, es posible que pudiera disponer también de soldados de leva adicionales, menos experimentados.
En la estela de Naramsín, nieto de Sargón, y último gran monarca de la dinastía.
Para poder mantener esa fuerza estable, muy costosa, y con hombres provenientes de todos los rincones de su imperio, Sargón estableció campañas militares, coincidentes con la fecha de las recogidas de las cosechas, para que los soldados se pudieran cobrar mediante la ancestral forma del saqueo.
Fuentes:
-Historia Universal. Edad Antigua, de Raquel López Melero y otros.
-Documental de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=G-xYgaNqDXU
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