Buceando en la leyenda

Buceando en la leyenda

viernes, 16 de diciembre de 2016

María Tudor,¿ Bloody Mary?

A la muerte de Enrique VIII de Inglaterra en 1547, y después de su hijo varón Eduardo VI, ascendió como reina su hija mayor María Tudor (1553-1558), nieta de los Reyes Católicos de España. Con ella se volvía a instaurar el catolicismo como religión oficial, aunque no de manera totalmente pacífica; según dicen los historiadores, María quemó en la hoguera a 273 protestantes que se negaron a convertirse, una cifra terrible, sin duda (nadie debería morir por sus creencias religiosas). De hecho, a María se le conoce en Inglaterra como Bloody Mary, o María la Sanguinaria. Pero realmente, ¿se merece que la hubieran llamado así?

Personalmente, a mí no me gusta hacer juicios de valor sobre nadie. Tampoco creo que los buenos de la Historia sea tan buenos, y los malos tan malos. De lo que si estoy convencido es de que la historiografía hay que revisarla continuamente para acercarnos más a la posible realidad que, muchas veces, está empañada de mitos, leyendas y falsedades interesadas que al final son las llegan a la mayoría de la gente. En fin, y adelantándome a la conclusión final, lo que quiero decir es que María Tudor es una víctima más de lo que es conocido como la Leyenda Negra española, y que afecta a un gran número de personajes históricos hispanos en una época en la que los reyes españoles dominaban una gran parte del mundo, y en la que los poderosos ejércitos peninsulares imponían la voluntad de sus monarcas en los campos de batalla de Europa.



María I Tudor.




Decir que María fue una asesina cruel y despiadada por mandar matar a más de 200 personas (algo terrible, desde luego), cuando hay otros reyes de Inglaterra que han cometido crímenes más atroces, y que no sobrellevan un apodo tan negativo, es algo más que una broma, y me dispongo a demostrarlo con datos y con la bibliografía que siempre pongo al final de las entradas.

El rey Ricardo I de Inglaterra (1189-1199), más conocido con su espléndido sobrenombre Corazón de León, es uno de los personajes medievales más célebres de la Historia europea. Es conocido, sobre todo, por ser un rey-guerrero que marchó a las Cruzadas, y por medirse al no menos mítico Saladino, gran líder musulmán,  en los campos de batalla de Oriente Medio. Lo que no se suele decir en el gran número de películas modernas en la que sale caracterizado es la terrible matanza que ordenó ejecutar cuando cayó la ciudad de Acre a manos de los cruzados (1191).




Ricardo I.
 
 


Tras la conquista de la ciudad hubo una negociación para realizar un intercambio de prisioneros, ya que una buena parte de la población civil estaba en manos de los soldados cristianos. Tras fracasar las negociaciones, Ricardo I dio la orden de asesinar a todos los desafortunados habitantes, incluyendo a mujeres, niños y ancianos inocentes; sólo se perdonó a un puñado de acaudalados ciudadanos que pagaron un suculento rescate. En una carta dirigida al Abad de Clairvaux, el rey inglés admitió los hechos. El cronista Baha´al-Din escribió:

        Los soldados enemigos entonces trajeron a los prisioneros musulmanes... unos 3.000 atados en cuerdas. Entonces, como un solo hombre ellos cargaron y con golpes y estocadas los asesinaron a sangre fría...

Tras el derrocamiento y ejecución del rey Carlos I por parte de las tropas parlamentarias, Oliver Cromwell (1599-1658) tomó el poder en Inglaterra; fue nombrado Lord Protector en 1653. 



Oliver Cromwell.




Irlanda fue dominada por Inglaterra desde la Edad Media. En 1641 los terratenientes y el clero se unieron para librarse del dominio inglés. Al año siguiente se constituyó la Confederación Católica como órgano de gobierno independiente. Los irlandeses asesinaron a muchos colonos de ascendencia inglesa; la chispa de la rebelión se había encendido.

Cromwell desembarcó en las costas irlandesas el 15 de agosto de 1649 al frente de un ejército de 12.000 hombres. El objetivo marcado fue la ciudad de Drogueda, donde había acantonado un regimiento de miles de soldados irlandeses. Tras destrozar las murallas de la ciudad a cañonazos, los soldados ingleses mataron al líder militar de los irlandeses, Arthur Aston, a golpes en la cabeza, con su propia pierna de madera, que habían arrancado previamente. Entonces la moral de los defensores se empezó a resquebrajar.


Enrique VIII.
 
 


Una vez conquistada la plaza, la mayoría de la guarnición y de los sacerdotes católicos fueron masacrados por orden de Cromwell. Cuando un centenar de soldados se hizo fuerte en la iglesia de Saint Peter, los ingleses no perdieron el tiempo en intentar asaltarla y le prendieron fuego con ellos dentro. Las ejecuciones sumarias alcanzaron los 2000 civiles, incluyendo a mujeres y niños, además de unos 2000 soldados; los que no fueron ejecutados serían enviados a las islas Barbados para ser empleados como esclavos.

Esta no sería la única matanza de Cromwell, ya que las escenas se repetirían en distintas localidades de Irlanda, como en Wexford, donde unos 2000 soldados y 1500 civiles serían asesinados y la mayor parte de la ciudad se vería reducida a cenizas. Además, miles de habitantes serían deportados a la parte más occidental y pobre de Irlanda, culminando así el dominio inglés en la isla.

Pero Cromwell no es conocido como Oliver el Sanguinario.

Y para finalizar esta lista negra de dirigentes ingleses he dejado a Enrique VIII de Inglaterra, el padre de María Tudor, uno de los monarcas más sanguinarios y autoritarios de la Europa de la Edad Moderna. Según algunas fuentes las ejecuciones de este rey caprichoso superaron las 70.000, dejando en evidencia a los anteriores personajes.

Enrique tuvo seis esposas, siendo ejecutadas dos de ellas; a Ana Bolena, cuyo crimen fue no darle un heredero varón, si no a una niña, la que sería la futura Isabel I, hermanastra de María Tudor, fue procesada y acusada de adulterio (crimen penado con la muerte en el caso de una reina), tras la presentación de una gran número de pruebas falseadas.

De sus sentencias de muerte no se libraron sus mas leales consejeros, como Tomás Moro, que se opuso al divorcio del rey con Catalina de Aragón, o de Thomas Cromwell, que no supo encontrar una esposa bella y oportuna, políticamente hablando, y que acabó siendo decapitado por un verdugo inexperto.

El monarca inglés fue un auténtico derrochón que llevó al Tesoro al borde de la bancarrota. Para solucionarlo mandó confiscar las tierras de los monasterios católicos, que eran muy ricas y numerosas por cierto, pasando a cuchillo a numerosos monjes. Las tropelías cometidas provocaron la llamada Disolución de los Monasterios y la Peregrinación de Gracia en 1536, en el condado de York. Las tropas del rey fueron despiadadas en la erradicación de los levantamientos, y cuando los focos de resistencia se habían acabado, Enrique no vaciló en ejecutar a más de 200 personas.

Pero no es conocido como Henry Bloody.

A pesar de que la personalidad de Enrique Tudor no desentonaría mucho de las de los antiguos emperadores romanos como Calígula o Nerón, célebres por sus locuras despiadadas, no creo que se tenga la misma percepción negativa acerca del rey inglés. Con respecto a Ricardo Corazón de León, sus hazañas guerreras han prevalecido a sus crueldades, y Oliver Cromwell no es muy conocido realmente. En cambio, María Tudor es vista como una cruel sanguinaria cuando en el siglo que le tocó vivir, matar a otro que no profesara tu misma religión era, por desgracia, moneda corriente en cualquier lugar del mundo.


Fuentes:

-Historia Moderna Universal, de Alfredo Floristán y otros.

-The Third Crusade 1191, de David Nicolle.

-Las 50 grandes masacres de la Historia, de Jesús Hernández.

-Documental: Iconos del poder: la locura del rey Enrique VIII.