Buceando en la leyenda

Buceando en la leyenda

martes, 7 de marzo de 2017

¿Existió King Kong?

En 1933 se estrenó en las pantallas de cine, en blanco y negro, el clásico King Kong. El protagonista de la misma no necesita presentación - ya sabéis, aquel aterrador mono gigante enamorado hasta el tuétano de una bella humana de tamaño estándar, en lo que podría considerarse un amor imposible, y que pagaría con su vida la osadía de luchar contra las normas establecidas-. No es casualidad que el extraordinario guión y el buen trabajo de los realizadores, que hicieron una cinta memorable (no me canso nunca de verla), teniendo en cuenta las limitaciones de la época, haya producido una serie de remakes, estando el último a punto de estrenarse en España.

Sería tentador decir que toda esta historia tiene un origen real. Sabemos que hace decenas de millones de años los animales que poblaban la Tierra eran mucho más grandes de lo que son ahora. Tal vez, un primate gigante pudiera también  haber habitado el planeta, y tal vez hubiera convivido con los seres humanos. Quizás algún descendiente de aquellos simios enormes hubiera sobrevivido en alguna isla perdida, o en una selva remota y que alguien haya rescatado la historia para que pudiera ser llevada a la Gran Pantalla. ¿Es esto posible? Lo intentaré aclarar en las siguientes líneas.



Fotograma de la película de 1933. Fue la presentación al mundo del inmortal King Kong.




Tan solo dos años después de que se produjera el estreno del citado film, en 1935, el paleontólogo alemán, Ralph von Koenigswald, hizo un descubrimiento espectacular. Como si se tratara de una película de Steven Spielberg, viajó hasta la remota China, y se dispuso a buscar en todas las tiendas de la ciudad de Nanning en busca de algo mítico. Al alemán le había llegado el rumor de que en las boticas de aquel país se preparaban medicinas con huesos fósiles de todo tipo que extraían de cuevas y otros lugares similares. Con la esperanza de encontrar algún vestigio de algún ser antiguo sin catalogar, von Koenisgswald entró en alguna de aquellas tiendas, y lo que encontró allí iba a revolucionar el conocimiento humano para siempre.

En medio de todas los huesos antiguos, y algún que otro cuerno de animal, lo que llamó la atención al alemán, y ante la indiferencia del dependiente, fue el que estuviera la pieza de un molar mucho más grande de la de cualquier primate conocido. Se calcula que pudiera pertenecer a un gran simio de hasta 3 metros de altura; sin lugar a dudas, alguna especie de King Kong. Tras el interesante hallazgo, aparecieron algunas especies dentales más y alguna mandíbula de aquel gigantesco animal, que sería bautizado como Gigantopithecus.







Esta especie existió desde hace 1.000.000 de años hasta hace 100.000, habitando los actuales países de China, India y Vietnam. ¿Pudo haber interactuado con el hombre? Sí, es muy posible que hubiera compartido el espacio con algún Homo Erectus, antepasado del hombre actual, aunque en una época demasiado remota para que hubieran llegado los ecos de aquel lejano encuentro.

Entonces, y para terminar, ¿de donde puede proceder la inspiración de la historia de King Kong? ¿En quién o en qué se fijaron los guionistas del citado film? Pues en varias novelas de principios del siglo XX, sobre todo El mundo perdido (1912) de Arthur Conan Doyle -claro que os suena su nombre ya que fue el padre del archifamoso Sherlock Holmes-, y La tierra olvidada por el tiempo (1918), de Edgar Rice Burroughs, siendo este autor famoso por haber creado, ni más ni menos, la figura literaria de Tarzán.

Todas estas novelas mencionadas tratan de mundos perdidos donde se hallarían grandes saurios supervivientes de la Gran Extinción, situados en las grandes selvas, como las de Sudamérica, que en esos momentos estaban sin explorar, o muy poco transitadas.

Como curiosidad final, hay que mencionar que Edgar Wallace, uno de los padres de King Kong, moriría un año antes de que la película se estrenara en los cines de todo el mundo, y se convirtiera en un éxito universal.


Imágenes y fuentes de Wikipedia.