Buceando en la leyenda

Buceando en la leyenda

sábado, 9 de noviembre de 2013

¿Existió el rey leproso? ("El reino de los Cielos")

A la muerte de Amalarico I, su hijo, el que sería conocido como Balduino IV de Jerusalén, o el rey leproso, fue coronado, aún a pesar de sufrir tan terrible enfermedad. Solamente tenía 13 años de edad. Murió con tan solo 24 años, estando ciego y teniendo las manos y piernas mutiladas, pero sería, a pesar de todo, uno de los más grandes, sino el que más, hombres que lucharon en las cruzadas. Demostró ser un valeroso guerrero, y un hábil general que le hizo morder el polvo al gran líder musulmán, Saladino.


El actor norteamericano Edward Norton interpretando al rey Balduino IV de Jerusalén en la película "El reino de los Cielos" (2005).



Balduino nació en Jerusalén en 1161. Fue educado por Guillermo de Tiro (historiador, canciller y arzobispo), que escribió sobre las cruzadas; su obra es fundamental para entenderlas. Además, como tutor del menor, fue el primero que se dio cuenta de la enfermedad que sufría el muchacho. Cuando estaba jugando con otros niños, sufrió algunas heridas, pero no se quejaba de ellas porque no le dolía. Guillermo se dio cuenta de que podía ser el síntoma de que sufría la lepra. La enfermedad era incurable en aquella época. Además, a causa del contagio que podía causar a los que le rodearan, ni se casaría ni tendría descendencia. De hecho, sería su sobrino, Balduino V, el que heredaría el reino de Jerusalén a su muerte.

Su padre murió en 1174 y Balduino ascendió al trono. Durante su minoría, el reino fue gobernado por dos regentes sucesivos, primero Miles de Plancy, aunque de forma no oficial, y luego por Raimundo III de Trípoli.

En 1177, ya teniendo la mayoría de edad, dirigió a los ejércitos cruzados contra las tropas de Saladino que habían invadido los estados cruzados. Como la superioridad en hombres era aplastante del lado de los musulmanes, Balduino no podía atacar de frente. Por lo tanto, con hábiles movimientos tácticos, lanzó a sus hombres contra la retaguardia de Saladino. El resultado fue una gran victoria, si acaso la última, de los cruzados en Oriente. El combate se le conoce como la batalla de Montgisard.


El historiador Guiilermo de Tiro se percata de la terrible enfermedad que sufre su pupilo.



En 1179 se libró la batalla del Vado de Jacobo, en la que Balduino no pudo llegar a tiempo para impedir que Saladino desmantelara un gran castillo que estaban construyendo los cruzados. En cambio, si pudo evitar que el líder musulmán tomara el castillo de Al Kerak, que estaba al mando de Reinaldo de Chatillón, que no paraba de provocar a los musulmanes al atacar continuamente sus caravanas. Balduino dirigió sus tropas rápidamente, hay que tener en cuenta su estado tan delicado, ante lo cual Saladino se tuvo que retirar de manera vergonzosa para no quedar atrapado entre las tropas del rey de Jerusalén y las formidables murallas de la fortaleza cristiana.

Balduino murió en 1185. Se ocultaba el rostro tras una máscara de plata, ya que la enfermedad le desfiguraba el rostro. A pesar de la brevedad de su reinado, los logros producidos por este gran personaje, e injustamente olvidado (gracias a Ridley Scott que lo resucitó en su magnifica película) fueron extraordinarios para que los reinos latinos perduraran por más tiempo. No creo que sea muy atrevido decir, que si no se hubiera sentado en el trono de Jerusalén el rey leproso, los reinos cristianos hubieran desaparecido mucho antes de Tierra Santa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario