Buceando en la leyenda

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Filípides, ¿el primer maratoniano?

La leyenda cuenta que los persas quisieron conquistar Grecia. Eso si es cierto. Desembarcaron un gran ejército en las llanuras de Maratón y, desde ese lugar, pretendían tomar primero Atenas y, después, el resto de la Hélade. Los atenienses, prácticamente sin la ayuda del resto de los griegos, si exceptuamos un pequeño contingente de soldados plateos, plantaron cara a los asiáticos en dicha llanura, les hicieron morder el polvo, estando en gran inferioridad numérica, y les persiguieron hasta los barcos que estaban anclados cerca de la costa. La victoria fue aplastante. Los atenienses mandaron a un corredor, llamado Filípides, para participar la buena noticia a los habitantes de Atenas. La distancia entre ambos puntos era de unos 40 kilómetros de distancia, y cuando llegó el corredor para decir que los atenienses habían vencido la batalla, cayó muerto debido al gran esfuerzo realizado. En su honor se celebra en la actualidad una modalidad de carrera a pie llamada Maratón, que consta de poco más de 42 kilómetros.




En lo referente a la batalla, si es completamente cierta la información añadida. En lo respecto al mensajero, se pueden aclarar unas pocas cuestiones que están poco definidas.

Cuando los persas desembarcaron en las costas griegas, se envió a un corredor llamado Filípides, que recorrió la distancia desde Atenas hasta Esparta (es decir, 240 kilómetros) en menos de dos días (se ha comprobado, en los tempos recientes, que es una hazaña posible para un ser humano debidamente entrenado), para pedir refuerzos de su ejército. Los espartanos negaron la petición de auxilio, debido a que estaban celebrando unas fiestas religiosas; en realidad, parece ser, estaban ocupados en aplastar una rebelión  de los mesenios. Esa es la razón por la cual los atenienses lucharon prácticamente solos en la batalla de Maratón.

Una vez que finalizó dicho enfrentamiento, y los persas hubieron embarcado y pusieran rumbo hacia Atenas, se dice que los griegos enviaron un mensajero para avisar a la urbe griega, no sólo de la victoria que se había producido, sino, algo mucho más importante, que los persas, resentidos por la derrota, se dirigían hacía la ciudad, desprovista del grueso del ejército que se encontraba en Maratón para defenderla, para avisarlos debidamente. El nombre de dicho corredor es Tersipo Erquieo (según el historiador Plutarco), o Eucles (según otros). Según Luciano (un historiador muy posterior), fue Filípides el que llevó la noticia. Algunos eruditos modernos piensan que no se envió a ningún corredor.




Al final, después de una marcha forzada que dejó exhaustos a los hoplitas griegos, que ya estarían agotados de luchar en la encarnizada batalla de Maratón, llegaron a Atenas con suficiente prontitud para que la flota persa, que los veía en la lejanía, desistiera de desembarcar en tierras griegas. De esta manera, Grecia se salvó de la amenaza de la invasión, durante unos cuantos años.


Fuente principal: "Desafío heleno a Persia", de Nicholas Sekunda.

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