Buceando en la leyenda

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miércoles, 6 de abril de 2016

¿Quién fue el arquitecto que se convirtió en un dios?

Si hablamos del antiguo Egipto nos sonarán los nombre de algunos dioses e, incluso, de algunos faraones. Los que han permanecido en el anonimato son los grandes artistas que dieron a la posteridad las magníficas obras de arte que han llegado hasta nuestros días, para que las disfrutemos todos al contemplarlas.

La razón de que los artesanos-artistas faraónicos y arquitectos antiguos permanezcan en el anonimato es debido a que los egipcios no creaban obras de arte, sino piezas destinadas a lugares de enterramiento que, se suponía, iban a quedar selladas para toda la eternidad. Sin embargo hay dos excepciones (se trata de personajes con el título de "supervisor de todos los trabajos del rey"): Hemiunu y de Imhotep.

Este último fue el responsable de la construcción del complejo funerario del faraón Zóser (2686-2667 a.C.), del que destaca la pirámide escalonada, el eslabón intermedio entre la mastaba (las primeras edificaciones de carácter funerario) y las pirámides. También diseñaría la pirámide de Sejemjet, que nunca llegaría a terminarse. La pirámide escalonada se interpreta como una escalera que permite al faraón subir hasta el cielo.


Estatuilla de Imhotep sentado, época tardía, Museo del Louvre (Imagen de Wikipedia). El casco que cubre su cabeza es una evidente referencia a Ptah, y el papiro que reposa en sus rodillas, evoca sus inmensos conocimientos y su condición de patrono de los escribas.


Imhotep (2690-2610) fue un personaje que disfrutó de una posición de privilegio en la corte, pues desempeñó cargos importantes en todos los campos: artístico, religioso (sumo sacerdote de Heliópolis) y administrativo. Su fama fue tal que durante la Baja Época llegó a ser deificado, en parte por su notable catadura cultural y moral, convirtiéndose en un dios sanador y de la medicina, siendo, anteriormente, considerado el patrón de los escribas y la personificación misma de la sabiduría. Esta nueva condición se aprecia especialmente en el Canon de Turín, donde Imhotep aparece como "hijo de Ptah", el dios menfita sabio y docto por antonomasia.

Si vamos al fondo de la cuestión, podríamos considerar a Imhotep como una especie de Hombre del Renacimiento, es decir, alguien que dominaba diversos campos del conocimiento, ya que su vida la consagró al estudio y a la creación; fue sabio, médico (posiblemente fuera el padre de la medicina egipcia), astrónomo y primer arquitecto conocido.


Complejo funerario de Saqqara (Imagen de Wikipedia).



Bibliografía:

-Egipto, de Alessia Fassone y Enrico Ferraris.
-Los primeros faraones, de National Geographic.

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