Buceando en la leyenda

Buceando en la leyenda

martes, 14 de octubre de 2014

¿Quién salvó a los soldados norteamericanos en Mogadiscio?

En el año 1.993 tuvo lugar una batalla dramática entre soldados de élite norteamericanos, rangers y hombres de la Delta Force, y los milicianos somalíes. El día 3 de octubre, el alto mando recibió una información precisa y valiosa: dos hombres fuertes de Aidid se encontraban en una reunión en un edificio en el centro de la capital, Mogadiscio. Aquella ocasión no iban a dejarla escapar, ya que el objetivo era la de hacer el mayor daño posible a Aidid, el jefe del clan más poderoso, el que controlaba el destino del país.

Una fuerza de doce vehículos blindados y 160 soldados, de los mejor entrenados del mundo, se puso en marcha para hacer cumplir el objetivo. Además, 19 helicópteros llevarían más hombres al combate y apoyarían con su armamento a los soldados que se internarían en la ciudad. Les aguardaban miles de hombres, mujeres y niños armados para hacerles la vida imposible. El plan era sencillo, había que capturar a los dos líderes somalíes y huir a toda prisa de allí. Los americanos contaban con todo lo necesario: soldados muy bien preparados, unos medios de primera calidad y una información precisa, nada podía fallar..., o eso al menos pensaban.


Película de 2001 que narra los hechos de la batalla. Imprescindible.


Al principio todo iba sobre ruedas y el plan se fue cumpliendo en sus primeras fases. Tuvieron el contratiempo de que un soldado se resbaló a muchos metros del suelo cuando descendía de una cuerda atada a un helicóptero, al hacer la técnica conocida como rápel. Al encontrarse en un estado muy grave, el ranger fue evacuado a la base. En dicho viaje se produjo la primera baja mortal, ya que en ese momento los somalíes salían desde todos los sitios posibles y disparaban con sus ametralladoras a los americanos. La situación se volvió incontrolable cuando fue derribado un helicóptero Blak Hawk. A partir de entonces, la lucha se volvió desesperada en Mogadiscio.

Poco después fue derribado un segundo helicóptero por los milicianos somalíes, que acabaron con todos los hombres que defendían el aparato, incluidos dos soldados Delta que habían sido desembarcados allí para defender a la tripulación herida, menos el piloto del mismo Michael Durant, que se convertiría en el único prisionero americano de la batalla. Mientras, el convoy terrestre luchaba por salir de la ciudad con los prisioneros somalíes capturados, y una fuerza de soldados luchaba por su vida intentando reagruparse y marchando por las calles de la ciudad, que estaba infectada de hombres y mujeres que disparaban sin cesar a todo occidental que veían.

La luz del día se iban apagando, y lo que, en un principio, era una ataque breve, se acabó convirtiendo en una lucha desesperada de 99 soldados yanquis, muchos de ellos heridos, por salvar sus vidas. Mientras se organizaba un convoy de rescate, buscando la colaboración de blindados pakistaníes y malasios, los rangers y los delta seguían muriendo en las calles de la ciudad africana. Se refugiaron en unas casas para pasar la noche, esperando en vilo la llegada de los refuerzos que les iban a sacar de aquel lugar de pesadilla. Eran conscientes de que en cualquier momento los somalíes les podían atacar y aniquilarlos allí mismo, era cuestión de minutos; el convoy se retrasaba y no había indicios de que fueran a llegar en breve.


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Única foto tomada el día en plena batalla de Mogadiscio.


La noche había caído en Mogadiscio y casi un centenar de hombres estaban esperando un ataque somalí que nunca llegó a producirse. ¿Qué pasó? ¿Quién salvó a los americanos esa noche?

Fueron los pilotos de los helicópteros Little Birds, que no dejaron de hacer pasadas de ametrallamiento en torno a las casas donde estaban escondidos sus compatriotas. Volando en plena noche y a una altura especialmente baja, arriesgando sus vidas constantemente, y contando con la única ayuda de unas luces que los rangers habían puesto marcando un perímetro de seguridad en torno a las viviendas en las se hallaban, aquellos pilotos de élite salvaron de una muerte segura a aquellos hombres heridos y agotados por el combate.

A la mañana siguiente (4 de octubre), se produjo el ansiado rescate por parte de una columna blindada que llevó a los hombres a un lugar seguro. La batalla de Mogadiscio acabó. Habían muerto 18 americanos en combate, una cifra terrible, y 73 fueron heridos. Las cifras por parte de los somalíes son desconocidas, pero fueron de muchos cientos de muertos. La misión se cumplió con éxito, aunque a un precio demasiado elevado. Las terribles imágenes de cadáveres de soldados mutilados y apaleados por la muchedumbre dieron la vuelta al mundo. Era demasiado para la población de EEUU, y el ejército se acabó retirando en tan sólo un mes, sin que hubieran acabado con el régimen de Mohamed Farrah Aidid, que se hizo con el poder de Somalia hasta su muerte.

Michael Durant, el piloto prisionero de Aidid, fue liberado y pudo volver a su patria con todos sus compañeros.


Documental sobre la verdadera historia de la jornada de Mogadiscio.

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