Buceando en la leyenda

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sábado, 29 de junio de 2013

FILIPO II DE MACEDONIA. A LA SOMBRA DE SU HIJO.

          Filipo nació el 382 a.C. en Pella, siendo el hijo más joven de Amintas III. Durante tres años (368-365 a.C.) permaneció como rehén en Tebas, donde aprendió mucho del mejor ejército griego de la época. Al morir sus hermanos mayores consiguió alcanzar el trono macedónico y, entonces, reformó el ejército, convirtiéndolo una máquina de combate que acabaría arrollando a todas las tropas contra las que luchó. Así, sus reformas militares se materializaron en la creación de una poderosa unidad de infantería o falange, armada fundamentalmente por largas lanzas de varios metros de longitud, y una fuerza de caballería pesada, que se encargaba de atacar al enemigo por las alas (el "martillo", metafóricamente hablando), mientras que los primeros resistían el empuje del enemigo por el centro (el "yunque").

        Filipo II empezó sus campañas derrotando a los ilirios comandados por Bardalis, que años antes habían vencido a su hermano Perdicas III, muriendo éste en el campo de batalla; unos 7.000 soldados illirios murieron en el combate. Después, conquistó la región de Peonia. Tras la toma de la ciudad de Anfípolis (357), obtuvo una salida al mar y la posesión de las ricas minas de oro del Monte Pangeo, que le proporcionaron abundantes recursos para sus futuras campañas militares.



Imagen de Filipo II



          Después conquistó Tracia, Tesalia.... A sus grandes dotes organizativas y de estratega militar, había que sumar sus grandes habilidades de diplomático. Además de tener un magnífico ejército, Filipo contaba con un gran tren de máquinas de asedio para rendir a las grandes ciudades amuralladas. Los éxitos del macedonio inquietaron a las grandes potencias griegas del momento y, así, Atenas y Tebas unieron sus fuerzas para intentar frenar el poderoso vecino del norte. La batalla decisiva se libraría en Queronea (338). Las fuerzas estaban muy igualadas en ambos bandos. La caballería del ala derecha macedonia estaba mandada por un hijo de Filipo llamado Alejandro: el que más tarde sería conocido como Alejandro Magno. El ejército macedonio, el que diseñó Filipo II, funcionó como un reloj, y arrolló a las fuerzas griegas aliadas, pero no las masacró porque estaban destinadas para un fin a largo plazo: la conquista del Imperio persa.



Alejandro Magno


         Tras la victoria en Queronea, se reunieron en Corinto (337), por invitación de Filipo, delegados de todos los estados griegos, excepto Esparta. Lo que allí se decidió fue la paz entre los griegos, por un lado, y la formación de la llamada Liga de Corinto, por el otro. Cada estado miembro aportaría un contingente de tropas, siendo el rey de Macedonia el hegemon ("conductor") de la Liga. Filipo envió una avanzadilla de 10.000 hombres a Asia Menor, mientras que él mandaría posteriormente el grueso del ejército griego. Pero el 336, mientras se celebraba la boda de su hija, fue apuñalado...

         Su hijo cumplió ampliamente con los planes diseñados por su padre. Todo el mundo conoce a Alejandro Magno, sin duda una de las figuras más atractivas de la Historia Universal; el joven Alejandro que conquistó un imperio con sólo 33 años. No seré yo quien le reste méritos, que de sobra los tiene. Alejandro cumplió con los planes que su padre había trazado y con un ejército que había diseñado, aprovechando una situación, de paz entre los griegos, que Filipo había propiciado. Es muy posible que Filipo II, si no hubiera sido asesinado, hubiera conquistado el Imperio Persa. Tenía un todo a su favor: una Grecia unida que le apoyaba, era un gran estratega, tenía un ejército formidable, tenía 46 años...¿Si hubiera sido de esta manera, podría haber sido conocido como Filipo el Grande?

         

         

         



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